Menudo susto se llevarían los empleados del hotel en Birmingham , donde se alojó Justin Bieber. Una especie de marabunta de fans lo invadieron, al hotel, por todas partes. Los otros clientes estarían asustaditos. Y es que cuando ruge la marabunta no hay nada mejor que hacer...que salir pitando. Pero sino fuera por los y las fans, ningún artista llegaría a ningún sitio. Así que con las fans hay que tener respeto...
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