Es muy interesante ver a Miley Cyrus intentar parar un taxi en Nueva York. No la reconoce nadie por las aceras, y los taxistas menos. A veces pensamos que la popularidad es insoportable, y olvidamos que a los famosos les gusta aunque lo nieguen. Mira que fácil, Miley va a Nueva York y no la molesta ni la madre que la parió. Pasa completamente desapercibida, y es que fuera de su lugar es una chica normal y corriente que no llama la atención ni a los caza autógrafos. Cuando Miley y su amigo y presunto gay, se hartaron de ir de tiendas y caminar, se paró un taxi con paciencia y una caña. Sigo pensando que Miley está demasiado flaca, parece haber perdido masa muscular en las piernas, son como palos con botas.
25 de agosto de 2012
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