La inauguración de la sede de la Fundación Louis Vuitton, que albergará un museo, irrumpe en la escena artística internacional Para Frank Gehry, el creador del edificio, el nuevo icono ha supuesto cumplir también otra ilusión: regresar a la ciudad en la que, siendo muy joven, cambió su vida y su profesión. La Fundación Louis Vuitton es el único lugar de París donde se puede ver la Torre Eiffel sin ver la torre de Montparnasse”. La broma la repite Frank Gehry (Toronto, 1929) en una de las terrazas de su nuevo edificio frente al Bois de Boulogne. Y ese chiste delata que el arquitecto californiano de origen canadiense conoce París. Fue en esta ciudad –a la que llegó con 32 años con su primera mujer, Anita Snyder, y sus dos hijas– donde renació como arquitecto. “Me ofrecieron un ascenso, pero yo ahorré durante un año para irme a París”, cuenta. Gehry ha descrito ese viaje más como una necesidad vital que como un capricho. Pero no debió de ser fácil. “Trabajé para un tipo que me pagaba muy poco [André Remondet]”. Pero conoció Europa. “Los edificios que vi cambiaron mi vida. Los profesores modernos no me habían preparado para la belleza y la humanidad de la arquitectura antigua”, explica.LEER MÁS . :
15 de octubre de 2014
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