Tras rodar más de veinte películas en 10 años de carrera, Channing Tatum reflexiona sobre el precio del éxito. Su nueva película, ‘Foxcatcher’, es un título que ya se baraja en las quinielas de los próximos Oscar. Channing Tatum sirve para todo. ¿Necesitas que sople las velas de cumpleaños con tu amiga? Ahí está él, “mientras no espere que salga de dentro del pastel”, apostilla jocoso. ¿Un buen baile? Sin dudarlo; el protagonista de Magic Mike (2012) siempre está dispuesto, solo o agarrado, a hacerte sentir que tienes algo más que dos pies izquierdos. Es capaz de dejar a Jamie Foxx relegado a hacer de DJ, mientras resuena el (I Wanna) Channing All Over Your Tatum que le compuso al protagonista de Un paso adelante (2006). Y a la hora de gamberrear, el actor también es el primero. Que se lo digan al pitufo hinchable gigante con el que intentó escalar en las playas de Cancún (México), en una noche loca con los amigos, entre ellos Reid Carolin, compañero de proyectos como la productora Iron Horse Entertainment. Tatum es el centro de una de las fiestas más destacadas del Festival Internacional de Cine de Toronto, por la que revolotean un florido Robert Downey Jr. y una formal Salma Hayek en su nuevo papel de productora. En la barra del bar se juntan famosos como Jon Stewart, Gael García Bernal, Kevin Costner o Naomi Watts. En esta década al actor lo han considerado muchas cosas: bailarín, sex symbol, stripper, modelo, la carne del deseo. Pero nunca, hasta ahora, lo habían tomado en serio. Hoy su nombre apunta a ser el descubrimiento del año gracias a Foxcatcher (2014), su última película. La cinta se perfila como posible candidata al Oscar desde que fue recibida en Cannes con la sala puesta en pie. Pero Tatum tiene el semblante serio. “En estos años he aprendido un montón. Noto ese giro en la evolución de mi carrera, esta nueva fase en la que sorprendo a la gente”, comenta sin sonreír, vestido muy formalito, casi embutido en un traje oscuro de tres piezas con la camisa cerrada hasta el último botón. ¿Es eso lo que le ha cambiado el gesto, ser considerado un actor serio? Inmediatamente vuelve a sus ojos esa sonrisa tan suya, de cachorro con ganas de juego. “¿Lo dices por Foxcatcher? ¡No! No tengo intención de dedicarme a los dramas a partir de ahora. La película ha sido una prueba de humildad. No puedo más que estarle eternamente agradecido a Bennett (Miller, su director) por darme la oportunidad. Pero estoy serio porque pienso en el madrugón que tengo que darme mañana para el entrenamiento de Magic Mike XXL (2015). Estar aquí de fiesta, sin comer ni beber, es un suplicio. Acuérdate de que yo soy fappy, fat-happy (una conjunción de “gordo” y “contento” en inglés)”. LEER MÁS....FUENTE ::::La última tentación de Hollywood
12 de diciembre de 2014
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
0 comentarios:
Publicar un comentario