Emotivo y sutil vistazo al amor entre mujeres en «Carol», dirigida por Todd Haynes . El impacto de la película de Nanni Moretti, «Mia Madre», contra las habituales reticencias de la crítica internacional hacia el cine que gotea sentimientos, ha sido tan fuerte que ha desbaratado sus defensas, colocándose como gran favorita para la Palma de Oro. Pero esto es el Festival de Cannes, y la gran favorita siempre precede a otra capaz de arrebatarle ese honor. Y llegó uno de los títulos con más morbillo (que es como se llama a esas atracciones que no se cuentan, se confiesan), el de Todd Haynes, «Carol», que narra una historia de amor entre dos mujeres a mitad del siglo pasado. El morbillo no lo producía el suceso en sí, pues el hecho ha perdido afortunadamente la metralla social que tenía en aquella época, sino dos detalles con madera de pértiga: el primero es que la historia pertenece a Patricia Highsmith, o a la de una de su primeras novelas, «El precio de la sal», que firmó con el seudónimo de Claire Morgan, y refiere una ficción con irisaciones de autobiografía; y el segundo detalle, crucial para el morbillo y la pértiga, es que los personajes de Therese Belivet y Carol Aird, y por lo tanto su colisión erótico sentimental, los interpretan Cate Blanchett y Rooney Mara. FUENTE::::Cate Blanchett y Rooney Mara se comen con la mirada