El mejor modelo, maniquí o vitrina que puede tener el diseñador colombiano Edwing D’Angelo es él mismo. Con frecuencia, cuando va por la calle o está en una reunión o fiesta, alguien le pregunta dónde compró la camisa, el pantalón o el saco que lleva puesto.Así le pasó, por ejemplo, con Brandon Thurman. “Conocí a Edwing hace unos años en un bar y me llamó la atención la ropa que tenía: unos pantalones deportivos y una camisa estilo tuxedo, una combinación genial. Me gustó por diferente. Luego fui a un show suyo en la Semana de la Moda de Nueva York y le ordené algo. Ya tengo varias piezas de él porque me quedan perfectas, son originales y te hacen sentir seguro”, comenta este moreno alto, uno de los fieles clientes de D’Angelo. Hacerse su propia ropa o ‘recrear’ la que compra fue, en parte, lo que "salvó" a este colombiano de 37 años de ser hoy un abogado aplicado. Estaba listo para entrar a la Brooklyn Law School, cuando su hermana menor le pidió que le diseñara el vestido para su Prom Dance. “Busqué la tela, la corté al ojo y quedó divino, todas las amigas se lo admiraron. En ese momento decidí que no quería ser abogado sino diseñador”.+++Edwing D'Angelo aterriza en Nueva York
31 de octubre de 2015
Edwing D’Angelo se abre a Nueva York
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