En el vídeo podemos apreciar que Justin Bieber algo molesto con la situación comienza a molestarse con los fans de la primera fila mientras intenta limpiar el escenario. "¿Qué hacéis? Parad. He dicho que paréis. ¿Chicos, me estáis escuchando? Estoy intentando limpiar el escenario" . Como cada mañana, me dispongo a hacer mis ejercicios: arrastramiento de dedo en el timeline de Twitter. El caso es que, con el pulgar ya bien entrado en calor, me fijo en el siguiente trending topic: #RespectForJustin. La cosa tiene bemoles, me digo. Están locos, estos beliebers, sugiere mi lado más viejuno. Aquí pasa algo, sugiere mi Sherlock interior, cultivado por todos los polis de mi vida. Los del otro lado de la pantalla, se entiende.Por partes: Justin Bieber acaba de hacer una visita fugaz a España que se ha saldado con una entrevista en la radio de la que se fue a la francesa a los ocho minutos, otra en la tele en la que no paraba de bostezar, y una petición de disculpas. Un despropósito, vamos.Para añadir más leña al fuego, el rubio de marras dejó volar su vena community-manager-out-of-control y llamó "ridículos" a los españoles. Después borró el tuit, recuperada la cordura, y lo sustituyó por una disculpa. "Estoy malito".No contento con la espantá española, este pequeño ídolo de masas se marcó otro mutis por el foro ayer en Oslo tras la primera canción, después de abroncar a sus fans de la primera fila. Tal cual. Le entró un furor de limpieza que ni a tu vecina el domingo -a horas intempestivas como las 9 de la mañana- y cambió la -maldita- aspiradora de aquélla por una toalla para secar el suelo. El cantante se aproxima al borde del escenario armado con una toalla. En cuanto el textil toca el suelo, se lía la de San Quintín: todas quieren hacerse con un recuerdo -empapado en adn- de su ídolo.++++Justin Bieber la vuelve a liar en un concierto en Oslo
30 de octubre de 2015
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