La cantante colombiana y el jugador del Barcelona han decidido matricular a Milan de dos años en el colegio La Miranda, en el que aprenderá hasta siete idiomas. Pero después de recoger a su hijo en el colegio, han querido disfrutar de una noche en pareja en el concierto de la mítica banda U2 en el Palau Sant Jordi. El mito fáustico, que es el de la persecución de la eterna juventud, explica como ningún otro a los U2 de 2015. A medida que avanza la edad de Bono y compañía -55 de media, que no es ni mucho ni poco, pero pesa lo suyo-, y por tanto la creatividad se estanca en discos casi anémicos, plagados de lugares comunes, más intenta la banda reivindicarse en su pasado glorioso. Antes les estimulaba anticiparse al futuro; hoy, les basta con demostrar que aún pueden rockear.Es lo que hicieron anoche los irlandeses en el Palau Sant Jordi ante 15.000 fans, la primera de las cuatro fechas programadas de la gira Innocence + Experience en Barcelona hasta el sábado: tirar de clásicos y recuperar así la robustez y contundencia de los inicios.Porque la otra opción que tienen para disimular cómo se va la vida, tan callando -que diría Jorge Manrique-, no funciona: a Adam Clayton y Bono les estropea el look sus respectivos tintes, plateado el uno, color ala de pollo el otro.Leer MÁS :::U2 y su nostalgia de un pasado mejor
6 de octubre de 2015
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