La figura del estilista ha adquirido un gran poder y se ha convertido en una pieza clave de la industria cinematográfica y de la moda. Un negocio que mueve cada año cifras millonarias.En la última década, gracias, en parte, a Internet y a las redes sociales, la atención global sobre lo que visten las celebridades se ha disparado hasta tal punto que la figura del estilista se ha convertido en una de las principales de la industria. No solo es una de las profesiones mejor pagadas de Hollywood por su capacidad de acaparar atención mediática y generar ingresos a sus clientes. Sino también por ayudar a encumbrar las carreras artísticas de algunos de ellos, tal fue el caso de Lupita Nyong'o hace dos temporadas.Los mejores estilistas cobran de 10 mil dólares en adelante por evento y las marcas pueden llegar a pagar de $75 mil a 250 mil dólares para que una actriz luzca un vestido suyo en una alfombra roja. Las cifras parecen desorbitadas, pero la realidad es que se trata de un matrimonio de conveniencia altamente rentable.Estos tratos entre estilistas y marcas ''son de palabra, sin contrato'', según contaba la estilista Jessica Paster en el mismo encuentro, lo que quiere decir que si al final, la actriz decide no llevar ese vestido, no hay intercambio monetario ni penalización alguna.Esto nos remite a algunos casos sonados de cambio de vestido en último momento, como el de Anne Hathaway en los Óscar de 2013, cuando cambió su anunciado Valentino por un Prada poco antes de pisar la alfombra roja y tuvo que enviar un comunicado a los medios (y a Valentino) pidiendo disculpas por su decisión.+++++Estilista, negocio rentable en Hollywood
1 de febrero de 2016
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