La estrella vuelve a la televisión con la comedia de Netflix "The ranch". En 1995, una actriz en la plenitud de su carrera, tres veces nominada al Oscar, reconocida por el público, adorada por la crítica y respetada (y muchas veces odiada) por sus compañeros de profesión, se despedía de la industría con un silencio tan estruendoso que su eco aún resuena. Hace poco más de veinte años, Debra Winger, que por entonces estrenaba los cuarenta y una segunda maternidad, cambiaba los platós por la Universidad de Harvard, la interpretación por la docencia y la infructuosa búsqueda de papeles que ya no estaban escritos para ella, por la tranquilidad de sentirse más feliz de lo que jamás había sido en Hollywood. Sin pretenderlo, Winger se había convertido en el símbolo de un problema endémico en la industria del cine: la falta de papeles relevantes para mujeres. ¿Les suena? No es un problema nuevo. Existe hoy cuando lo escuchamos en boca de estrellas como Helen Mirren, existió en 1995 y también en 1962 cuando Bette Davis, una de las leyendas incontestables de Hollywood publicaba el siguiente anuncio en la revista Variety: “Madre de tres hijos de 10, 11 y 15 años, divorciada. Estadounidense. Treinta años de experiencia como actriz de cine. Conservo movilidad; más amable de lo que dicen. Se ofrece para trabajo estable en Hollywood (experiencia en Broadway). Bette Davis, att. Martin Baum, G.A.C. Referencias”.++++Debra Winger: la actriz que dijo "no" a Hollywood
13 de marzo de 2016
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