La Real Casa de la Ópera de Londres ha sido el lugar donde se entregaron los premios de la revista GQ al men del año o a los men y a alguna madama.
Esta es una gala glamourosa, aunque he echado de menos a Helena Bonham Carter y su marido Tim Burton, le dan color y sabor a las fiestas.
Igual han ido, y no les he visto, porque la gala ha reunido a parte de flor y nata, y a todos los que desean estar en el sitio y momento oportuno...para medrar...
Han desfilado por la alfombra roja cantidades de personal, no les he contado, pero habrán sido tantos como lugar tuviera la casa de la ópera para acomodarles.
Aunque si alguien no tiene silla, se busca a un gordo y se le sienta encima, aparte de blandito no te pincha ningún hueso.
Johnny Depp, cosa rara, estaba para dar un premio a Keith Richards, el guitarrista de The Rolling Stones.
Johnny Depp tan guapo y escurridizo como siempre.
Y Keith Richards tan feo y arrugado, pero muy a la moda, ahora se lleva la de los sesenta y setenta, pero a Keith Richards que se lo quede su mujer...si la tiene, menudo careto el tío, y es de lo mejorcito en lo que a música se refiere.
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