En las imágenes se puede ver a un Justin despreocupado y dando vueltas por la comisaría sin quitarse ni siquiera la capucha de su sudadera, por creer que estará de paso. Sin embargo, minutos más tarde, un agente de la policía le ordena que se descalce y deje sus llamativas zapatillas naranjas, y los calcetines, encima del mostrador para empezar a cachearle.
8 de febrero de 2014
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